Consultas realizadas

martes, 27 de abril de 2010

CAFETERÍA

Este es el espacio para compartir opiniones diversas de caracter general. Todo el mundo está invitado a  participar.

sábado, 17 de abril de 2010

AGRICULTURA, PROBLEMAS ECOLÓGICOS Y SUSTENTABILIDAD

 Oswaldo Romero M.

La agricultura, en términos de uso del suelo, empleo y producción de alimentos es, sin duda, la más importante de las actividades económicas humanas. Al igual que la pesca y la explotación forestal, difiere de las otras industrias en que se trata de un proceso biológico: los productos primarios son orgánicos y el recurso básico es el ambiente físico del terreno, el agua y el aire. El proceso por el cual los recursos disponibles son explotados, sin embargo, depende del sistema político, las condiciones económicas y el nivel de los conocimientos científicos y técnicos al momento disponibles. Éstos pueden en determinado momento, inhibir un tipo particular de actividad agrícola en algún ambiente físico favorable o estimularlo en un área física marginal para la producción.

Sin embargo, el recurso físico básico para muchos tipos de agricultura determina el rango de uso en el cual la tierra puede ser aprovechada más económicamente en un tiempo determinado, y excepto en los ambientes controlados de invernaderos y construcciones para animales, la variabilidad natural del ambiente, hace de la agricultura una de las actividades humanas de menor predicción.

La agricultura como campo de estudio, es particularmente amplia y diversa, incluye las ciencias físicas, biológicas y sociales. Al igual que cualquier otra disciplina, ha ido logrando paulatinamente un incremento especializado y organizado. El desarrollo en los campos socio-económico, agronómico, botánico, pedológico y climatológico, ha contribuido de modo significativo a la teoría y práctica de la agricultura.

La dimensión ecológica tiene pocos años de haber sido considerada como un objeto de estudio serio. Sin embargo la creciente intensificación de la agricultura en el desarrollo y el crecimiento de la población en las áreas menos desarrolladas del mundo, particularmente en los últimos 30-40 años, enfoca la atención en las implicaciones ambientales de las demandas para el incremento de la producción de alimentos. La importancia del factor ecológico en la agricultura, ha logrado un rápido reconocimiento.

La Agroecología analiza los sistemas de producción y el estudio de la naturaleza de las interacciones recíprocas entre la agricultura o los organismos asociados a la agricultura y su hábitat físico; y para este fin el concepto de ecosistema es tan aplicable como para cualquier otra parte de la ecósfera.

El agroecosistema provee el marco conceptual dentro del cual, los efectos de la manipulación humana sobre los cultivos, la ganadería, el suelo y el clima en los procesos ecológicos básicos en los cuales pueden ser efectivamente estudiados los flujos de energía, los ciclos de los nutrientes y la eco-regulación.

El objetivo es analizar algunos de los más importantes y típicos problemas ecológicos de la agricultura, con énfasis en aquellos factores que afectan las relaciones entre los cultivos/ganadería con el ambiente y los efectos del amplio manejo y modificación del agroecosistema que ha realizado el hombre para satisfacer sus necesidades particulares. El contenido está referido a los componentes: cultivos, ganadería, clima, suelo así como los procesos de ciclo de nutrientes y flujos de energía en los agroecosistemas de los cultivos y de la ganadería.

La Agroecología considera, además, las características ecológicas inherentes o problemas asociados creados por el hombre en áreas donde el clima y/o el suelo impone severas limitaciones para el uso agrícola o donde un determinado tipo de agricultura es el dominante, como en el caso de las grandes planicies dedicadas al cultivo del arroz, la agricultura de irrigación o los modernos cultivos intensivos. Finalmente, se consideran también los impactos agrícolas y ambientales.

domingo, 11 de abril de 2010

ALCANCE Y LIMITACIONES

La Agroecología alienta a los investigadores a conocer de la sabiduría y habilidades de los campesinos y a identificar el potencial sin límite de re-ensamblar la biodiversidad a fin de crear sinergismos útiles que doten a los agroecosistemas con la capacidad de mantenerse o volver a un estado innato de estabilidad natural. El rendimiento sustentable de los agroecosistemas proviene del equilibrio óptimo de cultivos, suelos, nutrientes, luz solar, humedad y otros organismos coexistentes.

El agroecosistema es sano y productivo cuando prevalece esta condición de equilibrio y buen crecimiento, y cuando las plantas de los cultivos son capaces de tolerar el stress y la adversidad. Las perturbaciones ocasionales se pueden superar mediante un agroecosistema vigoroso, el cual es lo suficientemente diverso y adaptable para recuperarse una vez que el stress ha pasado. Ocasionalmente, los agricultores puede que tengan que aplicar drásticas medidas empleando métodos alternativos para controlar problemas del suelo o plagas específicas (i.e. insecticidas botánicos, fertilizantes alternativos, etc.).

La agroecología entrega las pautas para un manejo cuidadoso de los agroecosistemas sin provocar daño innecesario o irreparable. Simultáneamente con el esfuerzo por combatir a las plagas, enfermedades o deficiencias del suelo, el agroecólogo lucha por devolver al agroecosistema su elasticidad y fuerza. Si la causa de las enfermedades, plagas, degradación del suelo, etc. se atribuye a un desequilibrio, entonces la meta del tratamiento agroecológico será de recobrar el equilibrio.

En agroecología, la biodiversificación es la técnica principal para restaurar la autoregulación y a la sustentabilidad. Sin embargo, la salud ecológica no es la única meta de la agroecología. En realidad, la sustentabilidad no es posible sin preservar la diversidad cultural que nutre a las agriculturas locales. Una producción estable solo se puede llevar a cabo dentro del contexto de una organización social que proteja la integridad de los recursos naturales y que asegure la interacción armónica de los seres humanos, el agroecosistema y el ambiente.

Tres procesos históricos han contribuido en un alto grado a oscurecer y restar importancia al conocimiento agronómico que fue desarrollado por grupos étnicos locales y sociedades no occidentales: i) la destrucción de los medios de codificación, regulación y trasmisión de las prácticas agrícolas; ii) la dramática transformación de muchas sociedades indígenas no occidentales y los sistemas de producción en que se basaban como resultado de un colapso demográfico, de la esclavitud y del colonialismo y de procesos de mercado; y, iii) el surgimiento de la ciencia positivista.

Como resultado, han existido pocas oportunidades para que las intuiciones desarrolladas en una agricultura más holística se infiltraran en la comunidad científica formal.